miércoles, 2 de diciembre de 2015

Argentina, ese país desaforado

en ámbito, del 02/12/2015

"Con las medidas anunciadas por Macri, la cosecha crecerá 50%"

Gustavo Grobocopatel, titular del grupo los Grobo, opinó que con las medidas anunciadas por Mauricio Macri para el inicio de su gestión como presidente, a partir del 10 de diciembre, la "cosecha va a crecer 40 o 50%" y esto "generará divisas para las industrias, más trabajo, y servicios".

Durante la entrevista con Radio con Vos, Grobocopatel afirmó que "con las medidas anunciadas por el Gobierno de Macri, la cosecha argentina va a estar en un 40 o 50% más de lo que está hoy, y generará divisas para las industrias, más trabajo, y servicios". 

"La baja de retenciones es un símbolo importante, pero no es la panacea habrá que rever la retención a la soja", afirmó el empresario. 

Por otro lado, consideró que "hay soja guardada, no por especulaciones, sino por reserva de valor, el productor lo administra de esta manera. Como quedan dos o tres meses hasta la próxima cosecha, es normal que haya un 20 o 30% del volumen total, guardado para vivir los próximos meses, y eso se irá vendiendo". 

"Independientemente del dólar o las retenciones, el productor va a ir vendiendo la soja que tiene guardada, porque si no, no tiene guita para vivir", dijo. Y agregó: "No creo que se incrementen significativamente las reservas por medio de la liquidación de soja que está acumulada, es algo que sólo ayudará hasta la próxima cosecha o hasta que entren dólares de otro lado".

Asimismo, sostuvo que con el gobierno de los Kirchner "al campo le fue mal, y también a la sociedad. Tuvimos una oportunidad perdida que hubiese significado 15 mil millones de dólares más por año, más reservas en el Banco Central, y menos restricciones a la industria".  

Argentina debería haber sido ganador, en estos últimos 5 o 6 años, y nos auto infligimos un daño que no era necesario".



miércoles, 25 de noviembre de 2015

Esperó sólo un día




Ordenó anular el Renatea

 Por Sebastián Premici, en P/12 del 25/11/2015

La Corte Suprema, con la firma de Lorenzetti, Fayt y Maqueda, aceptó un pedido de Gerónimo “Momo” Venegas para declarar la inconstitucionalidad del Renatea, el organismo estatal encargado de fiscalizar el trabajo rural y reinstalar el registro que manejaba el Momo. El máximo tribunal tuvo cajoneado por tres años el recurso de queja presentado por Venegas y fue desempolvado ayer, luego del ballottage. Si bien Mauricio Macri le había prometido al Momo recuperar el organismo, la Corte le allanó el camino.
“La Corte admitió un cuestionamiento a la ley que en 2011 les quitó a los trabajadores y empleadores rurales la administración del seguro por desempleo de ese sector”, editorializó Lorenzetti, a través del Centro de Información Judicial (CIJ) para dar a conocer el fallo.
Luego de sancionada la Ley 26.727, que estableció el nuevo estatuto del peón rural y la creación del Renatea, Venegas fue a la Justicia para defender su statu quo. En primera instancia obtuvo la inconstitucionalidad de los artículos 106 y 107, es decir, la creación del Renatea. La Cámara laboral porteña revocó ese primer fallo. Venegas fue en queja a la Corte (agosto de 2012). Después de tres años, la Corte resolvió revocar el segundo fallo y le ordenó a la Cámara establecer una nueva sentencia. Desde el Renatea indicaron a Página/12 que el máximo tribunal no le dejó mucho margen a la Cámara y que es muy probable que quede firme el fallo de primera instancia, es decir, la inconstitucionalidad del Renatea.La Cámara debería conformar un nuevo tribunal, lo que le otorga al Renatea algo de tiempo.
Desde el Renatre, el Momo mantuvo una relación de connivencia con los empresarios, y se mostró indiferente a los posibles casos de trata laboral extendidos en muchas explotaciones agropecuarias. Para fiscalizar, tercerizaba el trabajo a una sociedad anónima (Gregard SA).




sábado, 21 de noviembre de 2015

¿qué es la BIOECONOMIA?

Créditos:

Coordinación general1 Guillermo Anlló - Roberto Bisang 
Supervisión Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR 
Revisión de contenidos y corrección de textos Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR Diseño Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR
Equipo de trabajo: Guillermo Anlló ; Roberto Bisang; Mariana Fuchs; Jeremías Lachman; Sabrina Monasterios 


PDF:

http://www.ucar.gob.ar/images/publicaciones/Documento%20Bioeconomia.pdf











viernes, 13 de noviembre de 2015

martes, 10 de noviembre de 2015

Información sobre la capacidad de almacenaje



En Mitre y el campo

Argentina tiene una capacidad de almacenaje de 109,5 millones de tn



Es prácticamente equivalente a la producción anual de granos del pais.

Habitualmente venimos emitiendo distintas notas haciendo énfasis en la importancia del Gran Rosario para la economía argentina, la balanza comercial, el complejo oleaginoso nacional y la comercialización de granos en nuestro país. En dicha zona funciona el Mercado Físico de Granos de la Bolsa de Comercio de Rosario -único mercado concentrador de estas características con un piso de operaciones en el país- y el Mercado a Término de Rosario S.A. (ROFEX). Este último ocupa el puesto N° 28 en el ranking mundial de la FIA (Futures Industry Association) sobre mercados de futuros de acuerdo con el volumen de contratos que en ellos se negocia. Su producto estrella, el “Dólar Futuro Rofex” es el noveno (9°) contrato de futuros de moneda más negociado a nivel mundial.
Como hemos comentado en otras oportunidades, en lo referido al complejo industrial oleaginoso, el Área Metropolitana Gran Rosario (AMGR) concentra aproximadamente el 77% de la capacidad teórica instalada de la industria aceitera de Argentina. En esa área 20 fábricas de gran tamaño están en condiciones de moler diariamente un total de 159.500 toneladas de semillas oleaginosas, tonelaje más que significativo considerando que a nivel nacional se pueden procesar diariamente 206.931 toneladas.
En el Gran Rosario -en una franja costera de 70 Km sobre el Río Paraná, que se extiende desde la localidad de Timbúes hasta Arroyo Seco- se encuentran localizadas un total de veintinueve (29) terminales portuarias que operan distintos tipos de cargas, de las cuales diecinueve (19) despachan granos, aceites y subproductos. De estos 19 puertos, 12 de ellos tienen plantas de molienda de oleaginosas anexadas a dichas terminales portuarias. La nómina de estos puertos y fábricas puede encontrase en el cuadro N°1 que adjuntamos en esta nota. Desde esta área geográfica se despachan anualmente entre el 77 y el 80% de las exportaciones argentinas de aceites, granos y subproductos.
De la mano de las inversiones realizadas en los últimos años, el complejo oleaginoso del AMR se ha constituido en el más importante a nivel mundial, si consideramos el grado de concentración de fábricas y terminales portuarias en una región determinada. Las plantas industriales tienen enormes capacidades de producción, algunas de ellas en el orden de 18.000 y 20.000 toneladas/día).
En esta nota vamos a brindar información a nuestros lectores sobre la capacidad de almacenaje de granos, aceites vegetales y subproductos de esas 19 terminales portuarias ubicadas sobre el Río Paraná en el Gran Rosario y las 12 fábricas aceiteras anexas. Para ello hemos utilizado diversas fuentes de información: relevamiento propio directo a empresas y la información de diversas publicaciones, como el “Anuario 2015″ de J. J. Hinrichsen SA, el “River Plate Shipping Guide – 2013″ y el “Anuario Portuario y Marítimo, Puertos Argentinos y del Mercosur del Año 2015″ editado por Globalports. De todos modos, cualquier dato incorrecto que pudiera haberse deslizado, es de nuestra absoluta y exclusiva responsabilidad.

Tal como se desprende del cuadro N°1, las terminales portuarias del Gran Rosario cuentan -en conjunto- con una capacidad de almacenaje de granos (en silos o estructuras fijas) de aproximadamente 6.327.400 toneladas. La capacidad de almacenaje en subproductos (harinas y pellets) ascendería a 1.856.500 toneladas y la de aceites vegetales a 900.200 toneladas. La capacidad total de almacenaje de granos más subproductos en el Gran Rosario es de 8.183.900 toneladas.
En el cuadro citado hay un detalle individual, puerto por puerto, con las respectivas cifras de almacenaje. De allí emerge como el más relevante “Terminal 6″, en la ciudad de Puerto General San Martín, con una capacidad de almacenaje total de 1.713.000 toneladas. En segundo lugar se ubica la Planta de Dreyfus en General Lagos con una capacidad de 1.191.000 toneladas.
Pero evaluemos ahora el peso que tiene esta capacidad de almacenaje del Gran Rosario en el total nacional. El último informe disponible del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación del mes de diciembre de 2012 indica que la capacidad de almacenaje comercial en la República Argentina asciende a 54.592.336 toneladas. Allí se ha sumado la capacidad de silos o estructuras fijas de todas las plantas de acopio, industrias y depósitos portuarios a lo largo de todo el país. También se han adicionado los depósitos transitorios anexos a dichas plantas. La capacidad de almacenaje comercial estimada por el MINAGRI está expresada en toneladas y calculada en base Trigo Pan de Peso Hectolítrico 80.
En dicha cifra no se incluye la capacidad de almacenaje en estructuras fijas de los productores agropecuarios, la cual fuera estimada por la Fundación Producir Conservando en el año 2008 en aproximadamente 15 millones de toneladas. Se estima, además, que la capacidad de almacenaje en silos bolsas ascendería anualmente a 40 millones de toneladas.

En consecuencia, la República Argentina contaría con una capacidad de almacenaje total de granos y subproductos (fija y móvil) de 109,5 millones de toneladas. En esta cifra está computado el almacenaje con silos bolsas. Es prácticamente equivalente a la producción anual de granos de la República Argentina.
Si la capacidad de almacenaje comercial de República Argentina en silos y estructuras fijas asciende a 54.592.336 toneladas y la de las terminales portuarias que se encuentran ubicadas en el Gran Rosario es de 8.193.900 (suma de granos y subproductos), el Gran Rosario participa -entonces- con el 15% del total nacional.
Por otra parte, la capacidad de almacenaje de las terminales portuarias del Gran Rosario (8.193.900 toneladas) equivale al 7% de la capacidad de almacenaje total de nuestro país, computando en esta última la de silos bolsas, estructuras fijas comerciales y las fijas de los productores agropecuarios. Todas estas cifras resaltan la importancia y significación de esta zona para una actividad que es generadora de la mayor fuente de divisas para nuestro país.
En próximas ediciones de nuestro informativo, brindaremos otros datos logísticos adicionales (modos de transporte, capacidad de playas de estacionamiento, etc.) de estas terminales portuarias del Gran Rosario.

Autores: Patricia Bergero – Julio Calzada – BCR

"¿Quién nombra a los expertos?"

EN CÓRDOBA NO ENCUENTRAN EVIDENCIA QUE RELACIONE A LOS FITOSANITARIOS CON EL CÁNCER


En Pregon Agropecuario 09/11/2015

Duro golpe para el discurso ambientalista. El Dr. Martín Alonso es el responsable del Registro de Tumores de la Provincia de Córdoba, además de dirigir el Hospital Oncológico de esa provincia. Con más de 80.000 casos relevados entre 2004 y 2012, Alonso sostiene que no hay una correlación entre la prevalencia de esta enfermedad y el hecho de que la comunidad sea de tipo rural. Dicho de otra manera, la distribución de la enfermedad es homogénea entre el ámbito rural y el urbano.
En una entrevista que se publica en Infocampo, Alonso da una serie de evidencias que refutan la presunta relación entre agroquímicos y cáncer, bandera de las organizaciones ambientalistas más duras. Veamos.
1.- En primer lugar sostiene que no hay patrón de distribución de la enfermedad que la vincule a las áreas agrícolas extensivas de la llanura. “Es lo mismo en el ámbito urbano que en el rural, que en las sierras o en la pampa”, explica.
2.- Ni siquiera hay una tasa más alta en el Barrio Ituzaingó respecto del resto de la provincia. “Incluso hay barrios de Córdoba con mayor índice que Ituzaingó”, señala. Sucede que ese barrio es el epicentro de las denuncias sobre la supuesta incidencia de las fumigaciones en el desarrollo del cáncer y es a partir de allí que comienza el trabajo encargado por las autoridades provinciales para conocer exactamente la casuística y la distribución de la enfermedad.
3.- Respecto de la clasificación de la IARC (la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer) el médico explica que se basa en la metodología de revisión de la agencia y que no indica nada respecto de cuánta exposición al agente se relaciona con determinado porcentaje de riesgo.
4.- Respecto del glifosato sostiene que entre los estudios analizados por la IARC hay muy pocos sobre humanos y que la evidencia que presentan es muy débil. En el peor de los casos esta evidencia -débil- lo vincularía al Linfoma de Hodgkin, una patología con una frecuencia extremadamente baja en la provincia.
5.- Estudios realizados con glifosato en animales para demostrar genotoxicidad utilizan dosis extremadamente altas respecto de lo que sería una exposición habitual. Esto es lo que pasa con los estudios del Dr. Carrasco, tan citados por el ambientalismo. Por otra parte, la absorción por la piel es extremadamente baja, al igual que por el intestino, asegura Alonso. La exposición accidental a una fumigación es de un riesgo extremadamente bajo.
6.- Trabajos con registros en otras provincias (como Santa Fe) están llegando a los mismos resultados que en Córdoba.
7.- Por ahora son temas pendientes la relación entre cáncer y ocupación laboral u otras variables, que podrían ayudar a encontrar algún tipo de correlación. Pero el trabajo se está encarando mediante el cruce de distintas bases de datos. También se espera con el tiempo determinar la evolución de la incidencia de la enfermedad.
8.- Un dato de la publicación realizada en 2014 es que solo el 1,1% de los casos de cáncer en la provincia se dio en menores de quince años. Esta enfermedad se correlaciona con la edad. Más del 45% de los casos se da en mayores de 65 años.




Sobre el retroceso de los pools

En La NAción del 06/11/2015

Los pools de siembra: caída, reinvención y con nuevos jugadores

La superficie trabajada por estos grupos cayó más de 50%; las tierras que manejaban pasaron a manos de un amplio abanico de actores

Tres de junio de 2008. Ese día, en un plenario de la FAO en Roma, cuando aun estaba en ebullición la pelea con el campo por la 125, Cristina Kirchner acusó a los pools de siembra de "realizar movimientos especulativos de capital". Unos días antes, el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, los había responsabilizado de estar "detrás" del conflicto. Siete años después, el 16 de julio pasado, la presidenta culpó otra vez, en Tecnópolis, a estos grupos de "pagarle poco a los pequeños y medianos productores".
Para el kirchnerismo, los pools y grandes de grupos de siembra han sido uno de los tantos "enemigos" que configuró para el relato interno y externo a sus filas. Ese "enemigo" pareció calzarle perfecto en su batalla verbal contra "las grandes corporaciones".
Según Luis González Victoria, de Cazenave & Asociados, los pools más grandes y conocidos que sembraban sobre campos alquilados eran unos 40 en 2008/2009 y trabajaban entre 2 y 2,5 millones de hectáreas. Es una foto pasada. En los últimos años, muchos salieron de la actividad, otros se achicaron y otros tantos reconvirtieron su negocio. En general, respecto 2008/2009 recortaron su superficie en más de un 50% y hoy siembran menos de un millón de hectáreas. Es el 3% del área total en el país.
La fuerte sequía de 2008/2009, el deterioro de su competitividad, con precios a la baja y alquileres altos, el retiro de inversores y la presión impositiva los llevaron a un knock out en cámara lenta.
El caso más emblemático de la salida del negocio fue El Tejar. En la Argentina manejaba hace siete años 250.000 hectáreas, básicamente alquiladas, sobre 620.000 en todo el Mercosur. En 2013, en medio de una crisis financiera aguda y ya bajo el control de los fondos internacionales Áltima y The Capital Group, cerró sus operaciones en el país.
Otro camino siguió, por ejemplo, Los Grobo. Achicó su superficie de 120.000 a 25.000 hectáreas, pero a la vez encaró una reinvención. Así, se metió de lleno en el mercado de insumos con la compra de Agrofina, construyó semilleros en Tandil y Monte para aumentar su participación en soja, trigo y cebada. Además levantó una planta de procesamiento de especialidades en Monte para poder exportar desde maní hasta lentejas, consolidó una red para la venta de semillas y hasta avanzó en la creación de Frontec, una plataforma tecnológica, en asociación con la empresa estatal Invap.
"Aquellas firmas que solo se enfocaron en la producción de granos restringieron sus opciones para tener mejorar resultados. En cambio, las que exploraron el mercado de insumos, trading y acopio, y la integración en cadenas de valor, siguieron con mejores condiciones para crecer", analizó un operador.
En un artículo que escribió para LA NACION en mayo de 2013, Horacio Busanello, CEO de Los Grobo, tuvo una mirada crítica sobre el modelo de negocios basado en tierras alquiladas. "Desde el punto de vista operacional, el modelo es víctima de su propio éxito durante los primeros años de la década pasada al considerar que variables externas tales como precios, clima, tipo de cambio y presión impositiva iban a acompañar favorablemente el crecimiento continuo del área sembrada", escribió.
Para Christian Angió, ex director de operaciones de la firma El Tejar, para estos grupos hoy "la clave" pasa por ser competitivos más allá del tamaño. "Los que eran más grandes estábamos más expuestos no sólo el capital sino que teníamos todo en forma legal; perdimos competitividad frente a grupos medianos y chicos con un porcentaje de informalidad. Además, los costos de los grupos más grandes sufrieron deseconomías de escala y la no diversificación en otras actividades aumentó mucho el riesgo. Otro punto fue que el nivel de apalancamiento siempre fue alto y al aumentar las tasas y bajar los márgenes contribuyó a erosionar más los márgenes y aumentar los riesgos", evaluó el ejecutivo.
Los márgenes desde 2008 de los pools se recortaron más rápido de lo que lo hicieron algunos costos como la tierra. "Solo a partir del año pasado se empezó a hacer un ajuste en el costo del arrendamiento", recordó Angió, que hoy se desempeña como director de la consultora Fertilem.
Desarmados o reducidos al mínimo los pools, la pregunta es qué pasó con las tierras en las zonas donde operaban. Para Gustavo Duarte, asesor en la zona de América, en el oeste bonaerense, entre un 30 y un 35% del área cambió de manos. Esas hectáreas las tomaron agentes locales, se formaron asociaciones con contratistas, convenios entre dueños de la tierra y profesionales e inversores y hasta la cadena de insumos, en algunos casos, se sumó con la inversión en insumos.
Alberto Garré, productor del CREA Roque Pérez-Saladillo, explicó que también aparecieron sociedades de gerentes de agricultura que trabajaban en los grandes grupos. "Los grandes pools fueron reemplazados por pools más chicos de contratistas que antes trabajaban para los pools grandes. Los gerentes de agricultura de los pools grandes se asociaron o ayudaron a los dueños de campo para hacerla por administración", señaló.
En el sur de Santa Fe, según Juan Sebastián Pizzi, asesor, allí siguen habiendo pools, aunque más pequeños. "Lo que bajó fueron las empresas muy grandes y, en ese sentido, aparecieron inversionistas menores. Su perfil se correlaciona con proveedores de insumos, inversionistas extra agro, contratistas y productores medianos. Las fracciones menores las tomaron estos actores, mientras los campos grandes los siguen manejando los que llamo pools de más de 1000 hectáreas", afirmó.
Más contratistas locales y dueños volviendo a sembrar fue el escenario pos pools en Entre Ríos. "Acá habían entrado pools de Buenos Airese y Santa Fe. La mayoría se fue y los pools locales bajaron sus siembras o dejaron de operar", expresó Rolf Muller, asesor. "En general, a las tierras las tomaron contratistas locales que, al ver reducido su trabajo de siembra, se metieron en el negocio para seguir trabajando. Por otra parte, hubo también alguna vuelta de algunos dueños de campo que se largaron a sembrar y técnicos que se quedaron afuera de los pools armaron sistemas de siembra asociativa", añadió.
El modelo de los grandes pools sobre tierras alquiladas quedó averiado. Su lugar lo ocupan nuevos actores dispuestos a tomar la posta del riesgo de sembrar en campos ajenos, pero con más redes de contención local.

Más que la escala, hoy la clave es la combinación de actividades

Para los pools y grandes grupos de siembra, el cambio de escenario en los últimos años los obligó a replantear su estrategia. Si antes la escala, con cientos de miles de hectáreas trabajadas, aparecía como un reaseguro para el crecimiento, hoy el concepto en torno de la escala está bajo un rediseño importante.
"El negocio ha cambiado y seguirá cambiando. Hoy hay que buscar la escala óptima no sólo en esta actividad, sino cuál es la combinación de actividades que, funcionando sinérgicamente, hace un planteo sustentable, alineando expectativas en función de la realidad contextual actual", expresó a LA NACION Christian Angió, director de Fertilem y ex director de operaciones de El Tejar.
Angió remarcó que para el negocio los márgenes dan neutros o negativos pero que, no obstante, "sumar alianzas" entre empresas que puedan complementarse aparece como una oportunidad para poder "crecer con riesgos acotados".
Para Horacio Busanello, CEO de Los Grobo, las alternativas para que una empresa sea flexible son muchas. "Pueden generar servicios de logística, asesoramiento, aplicación de insumos, etcétera, así como agregar valor a los granos transformándolos y avanzando en el proceso productivo minimizando costos de logística, administrando la presión impositiva y accediendo a mercados más transparentes", opinó el ejecutivo.
En varias regiones, sobre todo las "marginales", la salida de los grandes grupos de siembra generó un cimbronazo en el modelo de producción zonal, en materia de precios de los alquileres y en disponibilidad de capital para producir. En otras, como en la zona núcleo, hubo una especie de aterrizaje suave por tratarse de una región siempre demandada en términos de calidad de tierras.
"Productores y contratistas zonales tomaron esa superficie [que trabajaban los pools]. En algunos campos, los dueños debieron ponerse a producir porque no les cerraban los alquileres y arreglos ofrecidos. Además, la superficie marginal pasó a ganadería y la parte agrícola a agricultura con mejores o peores arreglos. Se produce menos y con menor tecnología", señaló Iván Malianni, operador comercial en el sudoeste bonaerense.
Para Malianni, en esa región, en medio de la salida de los pools de siembra los precios de los campos "bajaron un escalón".
Según Guillermo Aiello, de la firma Alberto L. Marchionni SA, en Hughes y unos 150 kilómetros a la redonda, en Santa Fe, "no se notó tanto" la salida de los pools del mercado de arrendamientos. "En nuestra zona, la mayoría de los arrendamientos están dados por vecinos o pequeños y medianos contratistas que aspiran a producir algunas hectáreas adicionales a las propias", precisó.
Juan Sebastián Pizzi, asesor en el sur de Santa Fe, subrayó que allí la situación tampoco cambió demasiado porque la zona núcleo sigue siendo "la más apetecida" para producir.
"La competencia sigue estando y cuesta cerrar campos a precios interesantes. La mayoría ve a la zona núcleo como segura y esto hace que el precio de los campos baje menos proporcionalmente que otras zonas", explicó, y ejemplificó: "Esta campaña, los alquileres de los campos buenos no han bajado más de un 10 por ciento en quintales, si bien en dólares han bajado más por la caída del precio de la soja".
Pizzi contó, no obstante, que la actividad económica en la zona ha bajado claramente "por una realidad del negocio que no da para más con este nivel de presión impositiva".
Para Entre Ríos, la actividad "bajó fuerte", según consignó Rolf Muller, asesor.
"Al no haber capital, el movimiento esta súper reducido", dijo.
En esa provincia, como en otras regiones, para esta campaña van a quedar campos sin sembrar tanto en el norte como en el sur entrerriano.
"Esta proporción va a ser mucho mayor en el norte de la provincia que en el sur, básicamente por productividad y aumento de costos en control de malezas y fletes. En el norte el negocio es inviable pagando arrendamiento con las condiciones actuales de mercado", opinó Muller.
Según el técnico, allí el nivel de cobrabilidad "bajó enormemente" y los insumos "van todo para mayo" y los servicios se pagan "con plazos largos", en algunos casos parte a cosecha. "Los insumos bajaron algo de precio, pero obviamente no lo que bajó el negocio", concluyó el asesor.

Nuevos salarios de los obreros rurales


Homologan el aumento de salarios mínimos a trabajadores rurales

En el enfiteuta  9/11/2015
Contempla una suba del 28% en términos generales desdoblado en dos tramos, a partir del 1 de diciembre el peón general recibirá $7.680.
 
El Ministerio de Trabajo publicó la resolución 84/2015 donde se homologan las remuneraciones con aumento para los trabajadores rurales acordadas en el seno de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario.

Desde el 1 de octubre y de forma retroactiva hasta el 30 de noviembre la remuneración del peón general será de 7.200 pesos mensuales. El salario pasará a 7.680 pesos a partir del 1 de diciembre próximo y hasta el 30 de septiembre de 2016.

Ambas remuneraciones representan un aumento del 28% desplegado en los dos tramos indicados, en tanto que a mayor especialización del trabajador se eleva el salario mínimo a percibir, al igual que el jornal.

Por caso un maquinista de cosechadora pasará a cobrar desde el 1 del mes próximo 8.554,41 pesos y los mecánicos tractoristas unos 8.996,31 pesos mensuales. Al mismo tiempo se fijan en 8.466,88 pesos los sueldos de los puesteros, en 9.339,80 pesos el de los capataces y en 9.852,39 pesos para los encargados.







viernes, 23 de octubre de 2015

Se achica la renta



En Córdoba cae el valor de los alquileres agrícolas


La Bolsa de Cereales estimó un promedio de 8 quintales de soja, contra los 9,5 de 2014
El Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba estimó ayer en 8 quintales de soja por hectárea el valor promedio para los alquileres agrícolas en la provincia, según el segundo relevamiento de 2015. Este valor se mantuvo estable respecto de la proyección inicial hecha en julio, pero quedó un quintal y medio por debajo de los 9,5 quintales vigentes el año pasado. Así, en el ciclo 2015/2016 se registraría la cuarta caída consecutiva en los valores de los alquileres medidos en quintales, desde el promedio de 11,5 quintales de soja por hectárea de la campaña 2011/2012.
 En el análisis por departamento, los que más han ajustado su valor en la estimación actual respecto de la hecha en julio pasado fueron Presidente Roque Sáenz Peña y Totoral, con mermas del 14 y del 33%, respectivamente. Mientras que los que han reportado un mayor incremento fueron Río Seco y Tulumba, con alzas del 33% en ambos casos.
 “En Córdoba se conforman tres zonas, de acuerdo con los niveles de alquileres: la zona sudeste, con Unión y Marcos Juárez que presentan arrendamientos de entre 11,5 y 15 quintales de soja por hectárea, con bajas del 12 y del 15% respecto de la campaña anterior; el centro, donde los alquileres se están fijando en valores que rondan los 8 y los 9 quintales, sin cambios, y las regiones norte y sur, donde no sólo se presentan los niveles más bajos de la provincia, con 4,5 a 7 quintales, sino donde también se advierten las bajas más pronunciadas, con variaciones negativas de hasta 3 quintales (Totoral)”, detalló la Bolsa.
 Como hecho distintivo de la campaña, la entidad advirtió sobre el incremento de la modalidad de contratos a porcentaje en todos los departamentos, con niveles que oscilan entre el 15 y el 30% del rendimiento del cultivo. “De esta manera, el gran riesgo que implica la actividad agrícola se distribuye entre el propietario y el arrendatarios”, dijo la Bolsa. Y añadió que la caída en el valor de los alquileres “es un fiel reflejo de la situación crítica que vive el sector. Ante la falta de rentabilidad, el alquiler es la principal variable de ajuste. Los propietarios y los productores fijan en un menor nivel los arrendamientos, con el objetivo de que se cultiven las tierras y a la espera de que en el próximo ciclo la situación se revierta”.


Crédito en dólares a una empresa agroexportadora. Lógico...

En El enfiteuta

El Banco Mundial otorgó un crédito por u$s135 millones a Vicentín
El organismo internacional aprobó un paquete financiero para atender las necesidades de capital operativo de la empresa aceitera nacional.
 
"Por más de 20 años, la CFI fue socio estratégico de Vicentin, relación a través de la cual le ha proporcionado financiamiento, movilizado recursos y compartido las mejores prácticas internacionales", señaló la empresa aceitera a través de un comunicado.

Vicentin es una de las procesadoras de granos oleaginosos más importantes del país, y representa aproximadamente 14% de la capacidad de molienda de soja de la Argentina, alrededor de 9 millones de toneladas anuales.

El paquete de financiamiento comprende 25 millones de dólares por cuenta de la CFI y 110 millones de dólares movilizados por la Corporación entre bancos comerciales, instituciones financieras y fondos, incluyendo: Natixis, Rabobank, Banco Itaú BBA, FMO, ABN Amro, Crédit Agricole, Cordiant Emerging Loan Fund, y Federated Project and Trade Finance Core Fund.

Natixis y Rabobank actuaron como los principales estructuradores, conjuntamente con la CFI en la operación de sindicación.

"El financiamiento liderado por la Corporación Financiera Internacional fortalecerá el perfil de endeudamiento, reducirá el riesgo frente a las fluctuaciones de los mercados financieros y nos permitirá continuar creciendo de forma sostenida. Estamos muy complacidos de asociarnos una vez más con la CFI", expresó el vicepresidente de Vicentin, Alberto Macua.

Por su parte, el gerente de la Corporación para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, Salem Rohana, afirmó que "Argentina es un participante fundamental en la cadena de suministro del sector agroindustrial a nivel mundial y uno de los proveedores más grandes y más competitivos de aceite y harina de soja, y que aportan grasas y proteínas a un precio accesible a escala mundial".

Aseguró que "el otorgamiento de este paquete financiero coincide con un momento clave para el crecimiento social y económico de Argentina, y demuestra el compromiso de largo plazo de la CFI con sus clientes del sector privado".

Alocución de la SRA con muchos puntos destacados

Etchevehere en La NAción del 03/10/2015

Cuando el abuso no es el camino


Ya lo habíamos sugerido en estas páginas, Monsanto no tiene la patente de la soja Intacta RR2 PRO. Justamente esa fue la respuesta que obtuvo la Sociedad Rural Argentina (SRA), cuando solicitó información al respecto al Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI). Esta solicitud se hizo a raíz del conflicto en la comercialización de soja que provocó la empresa al querer cobrar un canon de forma totalmente ilegal.


"Intacta" no está patentada en nuestro país, ni podría estarlo, por cuanto en la República Argentina no es posible otorgar patentes de invención respecto a una semilla. El INPI confirmó esto el 19 de junio pasado en respuesta a la solicitud de información 141.277 enviada por la SRA.
Aun sabiendo esto, la empresa quiere imponer a los productores argentinos un canon por una supuesta patente por la soja "Intacta RR2Pro". El esquema pretende que los exportadores y acopios controlen la existencia de dicha semilla en cada camión que reciban con soja. Lo que busca la empresa es que sean ellos quienes retengan el valor del canon, si a raíz de detectar la existencia de Intacta, el productor no pudiera acreditar el pago efectuado.


Resulta inaceptable que Monsanto, abusando de una posición dominante, y con la complicidad o tolerancia de otros eslabones de la cadena de valor, pretenda imponer a toda la producción un sistema de comercialización que está reñido con la legislación argentina.
Por supuesto que Monsanto tiene derecho a proteger los avances tecnológicos que la empresa genera. Los productores argentinos buscamos la excelencia y el mejor rendimiento de los cultivos y sabemos que la biotecnología es una aliada fundamental en este desafío. Las empresas que invierten e investigan en el mejoramiento genético de los cultivos necesitan una retribución justa por sus avances tecnológicos, cuyo pago debe estar contenido en el precio de la semilla y debe efectuarse una sola vez, al momento de la compra.


Esa protección de estos avances, en consonancia con distintos tratados internacionales, está prevista en la ley de Semillas 20.247. Esta norma reconoce el derecho del productor a reservar semilla para ser reutilizada en su propio campo, pero prohibiéndose la comercialización de las semillas, práctica conocida como "la bolsa blanca".
La existencia de deficiencias en los controles en el comercio de estos productos no puede bajo ningún aspecto llevar a una empresa a instrumentar un sistema paralelo de control privado y totalmente ajeno al marco de la ley vigente. Las fallas en los controles deben solucionarse reforzando al organismo correspondiente para que cuente con la información y los recursos necesarios para detectar las irregularidades en la comercialización de semillas. Aquel que infrinja las normas, debe recibir la sanción que impone la ley.
Los productores argentinos queremos pagar por la utilización de nuevas tecnologías y, en los últimos años, participamos muchas veces de debates que tuvieron como protagonistas a todos los actores de la cadena de valor productiva para acercar posiciones y hasta propuestas de actualización del marco legal vigente.
Sabemos que para llegar a las metas productivas que puede alcanzar el campo necesitamos de toda la tecnología disponible y de los avances genéticos que nos permitirán aumentar la producción de granos en 50% para 2020. Si no se reconoce el esfuerzo de las empresas semilleras en los avances biotecnológicos, los productores argentinos podemos ver limitada la oferta de semillas y la tecnología a disposición.
Estamos dispuestos a colaborar para encontrar las soluciones a las fallas en materia de control, como también estamos a disposición para participar de debates que busquen mejorar la legislación vigente. Eso sí, el camino que hay que recorrer no puede admitir abusos de ningún tipo.
El autor es presidente de la SRA


jueves, 8 de octubre de 2015

Amargas reflexiones de Jorge Rulli










Extraños datos de concentración

En La Nación del 03/10/2015 (por Ernesto Ambrosetti)

Chicos y medianos, afectados por igual


La tendencia a la concentración de la empresa agropecuaria experimentada en los últimos 12 años del kirchnerismo ha sido acelerada por las políticas implantadas y, lamentablemente, esta situación se podrá agravar por la caída de los precios internacionales que están llevando a la quiebra a miles de productores. En este escenario, el Gobierno no ha modificado ni los derechos de exportación ni las políticas restrictivas a las exportaciones que reducen los ingresos de las empresas rurales.

Existe una clara tendencia a la concentración de la producción y a la utilización de la tierra relacionada especialmente con las oleaginosas, particularmente la soja, poniéndose en riesgo la sustentabilidad productiva debido a que el Gobierno se ha hecho adicto a la soja, ya que aporta el 82% del valor de los derechos de exportación y no sufre de trabas a las exportaciones, como los casos del trigo y el maíz, entre otros cultivos.

A lo largo de los censos, entre 1947 y 2002 los estratos que mayor modificaciones presentaron hacia la desaparición fueron los pequeños productores de entre 0-200 hectáreas. En contraposición crecieron los grandes, es decir, mayores a las 5000 hectáreas.
Pero con las políticas adversas implementadas también se manifestaron modificaciones en los estratos de medianas empresas, entre 201-5000 hectáreas, debido a la pérdida de rentabilidad y la tendencia a la búsqueda de escala a través del arrendamiento.

En las provincias

Las provincias que han mostrado una mayor tendencia a la concentración entre 2002 y 2008 han sido, en orden de importancia en la pampa húmeda, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, mientras que Córdoba y Santa Fe no mostraron concentración [¿?].
En el NOA, Tucumán lideró la tendencia a la concentración, mientras que Salta y Jujuy mostraron lo contrario. En el NEA lideró Chaco, seguido de Formosa, mientras que en Cuyo lideró Mendoza.
A su vez, en las provincias de Santa Cruz y Chubut se han abandonado campos quedando la tierra improductiva por falta de rentabilidad, avances de especies depredadoras, como el zorro colorado y actividad volcánica, entre otros motivos. Se estima que en Santa Cruz hay cerca de 600 campos abandonados y otros 200 en Chubut.Desde 2008 se observa que provincias como Córdoba y Santa Fe tienden a marcar tendencia a la concentración, acompañando a Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa.








Los "concentrados"


Los expulsados del campo: el dolor de ya no ser

En los últimos doce años, miles de productores tuvieron que abandonar la actividad para dedicarse a otros rubros muy distintos; según un informe de la Rural, entre 2002 y fines de 2015 se perdieron 95.343 empresas agropecuarias


Daniel Ahanduni se hizo heladero, Sergio Procichiani eligió transformarse en parquero de casas de familias y David Albornoz pasó a colaborar en un taller mecánico y al rubro turístico. En tanto, Pablo Sebastián Bruggeman, José Cardinale y Pablo Butler entraron a trabajar como empleados en diversas empresas. Bruggeman como empleado para una granja de pollos, Cardinale como recibidor de granos durante una temporada en la Bolsa de Comercio de Rosario y Butler para una firma de semillas forrajeras.
Todos ellos fueron expulsados del campo en los últimos doce años. Trabajaban como productores. Ahora hacen cosas completamente distintas.
Porque les fue mal varias campañas por cuestiones climáticas, quedaron endeudados y no pudieron levantarse, perdieron escala para seguir en carrera, se encontraron con una presión impositiva cada vez más asfixiante, trabas a la comercialización y falta de políticas que los rescaten, cientos de productores dejaron de serlo. Y alquilaron o vendieron su campo para meterse de lleno en actividades a las que jamás hubieran incursionado. Lejos del campo, lo hicieron para sobrevivir.
Este fenómeno puede apreciarse detrás de un número que, en realidad, deja entrever historias de carne y hueso de ex productores. Según un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), entre 2002 y fines de 2015 unos 95.343 productores habrán dejado de serlo. Es una cifra apenas menor a los 100.000 que se perdieron en los noventa.
El dato surge de los censos agropecuarios de 2002 y 2008 y de proyecciones en base a una fórmula de cálculo que realizaron en la entidad y que permite llegar a los 95.343 productores menos que coincide con el kirchnerismo en el poder. Así, a fines de 2015 serán 202.000 las empresas agropecuarias que quedarán en pie.
"Entre el censo 2002 y 2008 se perdieron, en promedio, 7723 productores por año, es decir, 21 productores por día", expresó Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la Rural.
El economista aportó otra comparación: "Entre 2008 y fines del 2015 estimamos que han desaparecido, en promedio, 7000 productores por año, es decir, 19 productores por día, un 10% menos que entre 2002 y 2008".
En el mundo entero hay una tendencia a la concentración en todos los sectores productivos. Sin embargo, aquí corre más rápido que en otros países.
En la Argentina, las políticas adversas han acelerado la concentración con la salida de productores del campo. Ambrosetti resumió algunas de esas "políticas adversas": retenciones, falta de competencia en los mercados por trabas a las exportaciones, falta de ajuste por inflación, ganancia mínima presunta y otros tributos, alto costos de insumos clave y distorsión de precios relativos, altos costos del transporte y una participación del Estado en la renta agrícola que supera el 95 por ciento.
Desde 2002 hasta la actualidad, uno de cada 20 productores que salieron de la actividad son productores tamberos. Esto tuvo un impacto social importante. "Son más de 5000 familias o 15.000 personas que dejaron la actividad", remarcó Ambrosetti.

En persona

Haber salido de la actividad agropecuaria es frustrante para muchos. Habían recibido el campo de sus padres o abuelos y pasaron gran parte de su vida allí. Es el dolor de ya no poder y de ya no ser.
"Venía para atrás y veía que ya no se podían pagar los alquileres. ¿Cómo iba a seguir trabajando así?", contó Sergio Procichiani. Oriundo de Empalme, en el departamento santafecino de Villa Constitución, producía en unas 300 a 400 hectáreas alquiladas. Además, lo hacía en 25 hectáreas de su propiedad.
Pero cuando empezó a comprobar "que los números no daban" ahí optó por salir de la actividad. "Abandoné el campo porque vi que ya no era negocio", señaló este ex productor.
En rigor, Procichiani se desprendió de cinco hectáreas para cancelar deudas y el resto las dio en alquiler.
"No podía seguir alquilando afuera porque si continuaba iba a perder las hectáreas de mi propiedad que quedaban", ilustró.
Desde 2012 está de lleno en otro rubro: es parquero. "Corto el parque en casas de familia. ¿Para qué iba a seguir renegando con el campo?", se explayó. Procichiani confió que vive tranquilo con su nueva actividad. "Me da trabajo mucha gente de confianza", reveló.
Cree que si el sector sigue sufriendo la crisis que lo aqueja, por la pérdida de rentabilidad y la presión impositiva, "el campo se va a terminar" porque "la gente de campo no puede más".
El caso de José Cardinale, de Alcorta (Santa Fe), también es sintomático de lo que vino sucediendo en los últimos años. Tenía un criadero de cerdos con unas 30 madres en un campo de unas 100 hectáreas de propiedad junto a otros hermanos, hoy alquiladas.
"Vendí las madres porque con esa escala no era rentable producir y reinvertir. Por los costos, tenés que tener un criadero más grande. También intentamos sembrar, pero no daba tampoco por la escala", afirmó.
Este año, Cardinale trabajó contratado como recibidor de granos en la Bolsa de Comercio de Rosario. Aguarda que le salga otro trabajo. "Hoy es imposible mantenerse con la actividad del campo. No es bueno no poder trabajar en el campo", concluyó.
Licenciado en administración agropecuaria, estaba a pleno en la empresa familiar en la zona del este de Salta. Manejaba la parte administrativa y tenía injerencia en la siembra y la trilla. "Era en lo que me había especializado", recordó. Sin embargo, las cosas empezaron a complicarse. En 2013, en medio de una intensa sequía, la cosecha quedó cerca de ser cero. "Pasamos de producir 9.000.000 de kilos a 900.000 kilos en toda la empresa. La pérdida fue del 90% de lo que producíamos", explicó. La firma tomó créditos para pagar a proveedores, pero 2014 volvió a presentarse seco y, encima, con mayores costos. La situación empeoró. Al final, vino una decisión dura: desprenderse de capital para el pago de compromisos, lo que significó resignar 100 hectáreas, camiones y maquinaria.
También sobrevino una reorganización. Dos de sus hermanos quedaron ligados a la actividad, pero Daniel y otro hermano decidieron que su camino estaba en otro lugar, ya no en el campo. "Debido a la situación, a que los números no eran buenos y la situación empeoraba, abrimos la cancha para otro lado con mi hermano y pusimos una heladería. Fue una manera de ver una alternativa que no sea del campo", señaló.
Ahora tienen una heladería en Las Lajitas y en otras dos localidades de la región. "Nos va bastante bien", ilustró Ahanduni, a quien no obstante en la empresa familiar lo suelen consultar como un asesor externo en temas financieros. "Me hubiera gustado seguir con la actividad agropecuaria porque es en lo que me especialicé. Hay un contexto internacional desfavorable, pero si sacaran las retenciones la cosa cambiaría un poco. El Estado es socio en las buenas pero en las malas se olvida", indicó.

David Albornoz: "Cuando llegaba al final de una campaña debía más que antes"

"Cuando llegaba al final de la campaña debía más que antes", resumió este ex productor. Hasta hace siete años, manejaba 68 hectáreas propias a unos 30 kilómetros de Victoria, Entre Ríos, y alquilaba a terceros con lo cual trabajaba en total unas 400 hectáreas. Dice que se fundió trabajando. Arrastraba deudas de varias campañas y tenía refinanciaciones para afrontar. "No acompañaba el tiempo, tampoco el precio, los insumos y la falta de crédito para sembrar. Cuando llegaba al final de la campaña debía más que antes", rememoró. En este contexto, decidió vender 40 hectáreas "para pagar todas las cuentas".
Este ex productor llegó a esa situación por lo que sintetiza como un problema de "sistema".
"El mismo problema de ahora estaba hace siete años", opinó. "El problema está en el sistema, donde no hay rentabilidad suficiente", agregó.
Canceladas las deudas, luego vino el desprendimiento de otras 20 hectáreas, pero para cambiar de actividad. En rigor, con el dinero de la operación se compraron unos departamentos en la ciudad de Colón para alquilarlos a turistas. Se vinculó con el turismo siguiendo los pasos de un amigo que le había recomendado este rubro. "Esto anda mejor, aunque no es para hacerse millonario", remarcó. Su esposa sigue el día al día de la actividad
¿Está contento con el cambio?, le preguntó LA NACION. Albornoz respondió: "No estoy contento porque uno se crío en el campo y lo ama. Dejé más de 40 años de mi vida en el campo. Mi padre ya lo hacía. Me queda el gusto amargo de dónde cometí el error".
Además del nuevo rubro, Albornoz se metió a colaborar en talleres mecánicos.

Pablo S. Bruggeman: "Todo se hace complejo con una escala pequeña"

"No me puedo quejar", expresó Bruggeman. Y no lo dijo por el campo, sino por su nuevo empleo: está en una granja de pollos en la zona de Aranguren, Entre Ríos.
Es otro ex productor. Trabajaba 50 hectáreas de una empresa familiar para ganadería y alquilaba otras 30 hectáreas. Con la sequía de 2008 y tras la muerte de su padre, el rumbo de la firma se empezó hacer cuesta arriba. Bruggeman percibió que la empresa había quedado con una escala muy chica como para continuar adelante. Lo que vino fue un proceso que repitieron otros productores: alquilar el campo. Decidió salir de la actividad, mientras que su hermano se quedó con una parte para ganadería.
"Primero fue mi a trabajar para otra gente en una empresa agrícola y luego pasé a manejar la pulverizadora de un vecino que presta servicios. Al final, conseguí otra cosa y desde marzo estoy trabajando para una granja de pollos", relató.
Como empleado, sus funciones son andar por los galpones viendo los pollos, que no les falten comida, agua y controlar la temperatura en el lugar. Está en la crianza del pollo, desde que ingresa como pollito hasta que viene un camión a buscarlo para llevarlo a un frigorífico avícola. En esa zona, según contó, la mayoría de las granjas trabajan en un sistema integrado. "No me puedo quejar. Acá trabajo nueve horas diarias y tengo cobertura social con aportes. En los otros trabajos estaba tipo changarín", resaltó.
Bruggeman analizó que la escala de su campo había quedado demasiada pequeña. "Con una escala tan pequeña todo se hace complejo para un productor", se lamentó.

Pablo Butler: "El Estado se llevó ganancias, yo sólo pérdidas"

"Fui productor tres años y salí por cuestiones económicas. Me fue mal. Además de que la situación económica no ayudaba, me devastó la sequía. Hoy trabajo para un semillero como empleado", sintetizó Butler.
Hace unos años, este ex productor decidió apostar por la siembra alquilando campos en Salta. Tomó ese camino luego de haber trabajado para otro semillero. Quería producir. "Empecé a sembrar por mi cuenta y no me fue bien. De 1500 hectáreas, por la sequía coseché 300 hectáreas. Esa primera campaña que tuve fue mortal", enfatizó. Pese al golpe, Butler quería recuperarse. Sin embargo, hubo otro año complicado en materia climática.
Al final, dejó de ser productor el año pasado. Pero aun hoy arrastra consecuencias. "Todavía tengo deudas que estoy pagando por insumos, maquinaria que había comprado", remarcó.
Butler ahora se desempeña como empleado en la parte comercial de Forratec (forrajeras) para el NOA. "Esto es más estable; tuve la suerte de conseguir este trabajo", señaló.
Este ex productor se lamentó por la falta de apoyo oficial para que quienes soportaron una situación similar a la suya pudieran afrontar la crisis.
"Si bien las complicaciones climáticas fueron las causantes del desastre, el apoyo estatal no existió, solo imposiciones que dificultaban poder superar las complicaciones climáticas. Igual hoy habría quedado afuera del sistema pues las retenciones y el no poder usar el tren para abaratar el flete son asfixiantes. Se arriesgó mucho. El único que se llevó ganancias fue el Estado; sólo hubo pérdidas y fundición para mí", expresó.